domingo, 14 de abril de 2013

Gestalt - Técnicas


 Que es la terapia Gestalt??


La  Palabra Gestalt se traduce como “forma” o “configuración”. La gestalt se refiere a los fenómenos de percepción, el carácter global de la percepción, como una totalidad que integra figura y fondo.

 La figura es aquello que se percibe como sobresaliente en el campo  perceptual, y que tiene una forma definida; mientras que el fondo es algo indefinido, cuya función es servir de base envolvente a la figura


                                            


Esta relación figura-fondo es dinámica. Si la figura capta la atención del observador, la gestalt será definida, y el fondo tendrá escasa presencia.
Por ejemplo, cuando busco un  objeto especifico en la calle. El  objeto es una figura emergente del fondo indiferenciado del paisaje urbano.

Luego, cuando el objeto pierda interés para el observador, se confundirá de nuevo con el fondo, del cual podrá emerger otra figura distinta, y así crearse una nueva gestalt , una nueva entidad perceptiva.

Técnicas de la
Psicoterapia gestáltica

LAS TÉCNICAS
A veces las técnicas gestálticas toman forma de juegos cuya finalidad es hacernos conscientes de nuestros sentimientos, emociones y conductas. A menudo los juegos se trasforman en técnicas y las técnicas en juegos
Los juegos son numerosos, y resulta imposible enumerar todos los que actualmente se utilizan, ya que continuamente se van creando otros nuevos. Su finalidad es la de ayudar al paciente a sacar sus resistencias a la luz, promover una mayor toma de conciencia de lo que hace, piensa, dice o siente, y facilitar su proceso de maduración, al pasar por momentos o situaciones de bloqueo profundamente fijados y arraigados en el cuerpo y en la mente; en definitiva, en el ser humano como totalidad.
Los juegos son auténticos filones de experimentación. En general son sencillos de aplicar. Facilitan que nos centremos más en nosotros mismos y en nuestra relación con el entorno, el que tomemos una mayor conciencia de una forma directa y sencilla de nuestra forma de contactar con el mundo, y permiten que los intercambios con el ambiente sean más gratificantes en función de nuestras necesidades. Fomentan el autoapoyo y la responsabilidad, y nos acercan a nuestra esencia más verdadera.
A continuación vamos a enumerar algunos de los que usamos en terapia gestáltica.6

Técnica del diálogo, de la silla vacía o de la silla caliente

Ésta es una de las técnicas por excelencia de la terapia gestáltica. Consiste en hacer dialogar a las distintas partes que se oponen en el individuo, y en poner en contacto aquéllas otras que negamos o rechazamos. De este concepto de los opuestos ya se habló anteriormente.

Esta visión de los opuestos procede de las tradiciones y de las religiones orientales. No obstante, fue Jung (1977) el primero en darse cuenta de la polaridad de la conducta, de los opuestos, que se dan, incluso, en la naturaleza, y de cómo, cuando una de las características de esta polaridad se vuelve muy marcada, suele hacerlo en detrimento de la otra. Como ejemplo de polaridades podemos citar: "el pasivo y el activo", "el bondadoso y el malvado", "el opresor y el oprimido", "el triste y el alegre", entre otras muchas. Esta aplicación a la conducta y a la personalidad abrió un amplio campo para explorar la psicología de los opuestos y la compensación de ambos. Si uno ocupa mucho espacio, irremediablemente el otro disminuye su presencia.
Esta misma polaridad también se expresa con distintas partes del cuerpo, como por ejemplo con "la mano derecha y la mano izquierda", o en el espacio con "arriba y abajo" o en el tiempo con "antes y después", etc. Con la técnica de la silla caliente el sujeto va entablando diálogos entre las dos partes hasta que las integra y las hace suyas, reincorporándolas a su personalidad, en especial aquellas partes de sí mismo alienadas y proyectadas.
También puede desarrollarse el diálogo entre el paciente y alguna persona significativa para él. Por medio de este juego, el paciente va adquiriendo la habilidad, no sólo de reincorporar partes suyas proyectadas en los otros, sino también la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esto le da una nueva perspectiva y percepción del otro, con una visión nueva que puede ser enriquecedora para él y para la relación entre ambos, pudiéndose dar una forma de diálogo nueva y más creativa.


En este video podemos observar un ejemplo de en que consiste la tecnica de la silla vacia  y como se debe hacer 



En siguiente Link también podrán obtener información importante y de gran utilidad 


http://www.youtube.com/watch?v=R8fl9MhczE4

Hacer la ronda

Cuando el paciente ha expresado un sentimiento que el terapeuta cree que es significativo e importante para el propio paciente, hace que lo repita frente a cada uno de los componentes del grupo. Con esta fórmula, el sujeto experimenta la expresión de ese sentimiento de forma más variada, y la confronta con los miembros del grupo en el que emergió ese sentimiento.
Así, si afirmó que estaba harto del grupo, el terapeuta le dirá que haga la ronda y diga esa frase ante cada uno de los presentes, y que añada algún sentimiento que se le vaya ocurriendo ante cada uno, así como que trate de darse cuenta de lo que va sintiendo a medida que va expresando dicho sentimiento. Es decir, si lo siente como auténtico o no, y si lo siente como auténtico solamente frente a alguno de los componentes pero no delante de los demás, y si se da cuenta de esta diferencia.
Este juego es bastante flexible, por lo cual no es preciso limitarlo a una acción verbal, ya que puede incluir otras conductas tales como: acercarse, alejarse, acariciar, asustar, pelear, etc.

Me hago responsable

Este juego se basa, en algunos de sus elementos, en el continuo de conciencia, pero en él todas las percepciones se consideran actos. Por ejemplo, cuando un sujeto expresa algo que le está sucediendo, se le puede decir que añada a esa percepción: "Y me hago cargo de ello". Resulta así: "Me doy cuenta de que mi voz es tranquila, y me hago responsable de ello". "Me doy cuenta de que estoy nervioso e intranquilo, y me hago responsable de ello". Con esta fórmula, el paciente deja de echar la culpa al mundo de sus estados, y tiene la oportunidad de hacer algo por sí mismo para cambiar o disminuir sus consecuencias.
Aunque a simple vista parece mecánico, se ve enseguida que tiene una gran importancia. Sirve para que la persona se responsabilice de sus percepciones y actos, y para evitar que vaya por la vida echando la culpa de todo lo que le pasa a los demás.
Le permite darse cuenta de cuáles son sus necesidades y, como consecuencia, satisfacerlas, y si no logra satisfacerlas, responsabilizarse de ello y no responsabilizar al mundo, donde coloca la culpa y el poder. Este juego le permite ser más activo en el cambio de su conducta y asumir el poder que esto le proporciona. A partir de esta experiencia tendrá que aceptar que lo que le ocurre es porque hace o deja de hacer algo, y el resultado es el producto de sus acciones u omisiones.

El juego de las proyecciones

Ocurre muchas veces que, percepciones que consideramos realmente como tales, no son más que proyecciones. Así, un paciente le dice al terapeuta: "No puedo confiar en usted, usted no me da confianza". Entonces se le pide que represente a una persona poco digna de confianza. Esto sirve para descubrir su conflicto interno en este ámbito. A otra  persona que dice: "Usted hace esto sólo por dinero. No está verdaderamente interesado por mí", se le dirá que haga y actúe como una persona de estas características: interesada, egoísta y no interesada por el otro. Tras esto, se le puede preguntar si él no tiene también esos rasgos, y si ha podido ver algo suyo reflejado en esa persona imitada.



 Antítesis o juego de roles

     Una de las mayores dificultades con que tropieza el terapeuta para ayudar a su paciente a ver y tomar conciencia de lo que le ocurre es que, a menudo, la conducta manifiesta suele ser una antítesis de los impulsos subyacentes o latentes. Esto suele tratarse en la terapia gestáltica a través del juego de la antítesis. Para ello se le dice al paciente, que dice tener timidez o inhibiciones, que juegue el papel de exhibicionista. Si se trata de una persona que no hace valer sus derechos y que es delicada en exceso con la gente, se le pedirá que haga el papel de una persona egoísta y malvada. Con este juego tratamos de desarrollar la polaridad inhibida, y así liberar la energía contenida en ella, ampliando y mejorando sus recursos.
      Al meterse en estos papeles tan llenos de angustia para él, toma contacto con una parte de si mismo que había permanecido reprimida y oculta durante mucho tiempo, pero que suele ser portadora de una potente energía que hasta ese momento estaba bloqueada.
La fuerza que tiene este recurso para permitirle al paciente entrar en contacto con la energía bloqueada, nos invita a menudo, a utilizarlo tanto en grupos como individualmente. Aunque, evidentemente, su uso en los grupos produce cambios más espectaculares.





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